Cada empresa late gracias a las personas que la forman. Sin embargo, bajo la superficie del día a día se esconden tensiones invisibles: una cultura que a veces no acompaña, un clima laboral que fluctúa según las presiones, conflictos no resueltos que desgastan, liderazgos que inspiran o que apagan, y conversaciones que nunca llegan a darse.
El verdadero riesgo no suele estar en la estrategia ni en los números, sino en esas “bombas silenciosas” que habitan en la gestión de personas: la desconfianza que se acumula, los malentendidos que se enquistan, el talento que se desmotiva o los equipos que funcionan a medias porque no se sienten cohesionados.
En este encuentro reflexionaremos sobre los beneficios que el liderazgo humanista aporta a los grandes retos que tenemos en la empresa con la gestión de personas hoy en día.
